La Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) del Estado de Nuevo León recuperó las dos cajas negras del jet privado Bombardier Challenger N601VH que se desplomó en el ejido ‘la Rosita’ en Ocampo, Coahuila.
Las últimas palabras del piloto del Jet Bombardier Challenger N601VH, Juan José Aguilar Talavera fueron alusivas a las malas condiciones de vuelo por tormenta “voy a intentar de volar más alto”, dijo a Torre de Control del Aeropuerto de Ramos Arizpe poco antes de las 6 de la tarde del domingo 5 de mayo.
Las dos cajas negras, una de voz y otra de vuelo, conocidas también como registradores de vuelo paramétrico y grabaciones de voz, fueron recuperadas en el lugar del accidente la noche del lunes 6 de mayo por funcionarios de la Dirección General de Aeronáutica Civil.
Con este hallazgo se da un paso importante para determinar las causas del accidente, debido a que los dos dispositivos registran la actividad de los instrumentos y las conversaciones de los tripulantes.
Fuentes cercanas informaron “En la caja negra vienen las últimas conversaciones del piloto, si pidió ayuda, si subió altura, si cambio de ruta, todo lo que hizo desde que despegó. La grabadora registra todo lo que está haciendo”.
Refirieron que la cajas negras o registradoras de vuelo y voz fueron trasladadadas a Monterrey, Nuevo León y posteriormente a Estados Unidos, toda vez que la aeronave contaba con matricula americana.
“Autoridades americanas de aviación y fabricantes del avión van a intervenir para determinar las causas del accidente, es decir, si registró alguna falla, de Monterrey lo enviarán a Estados unidos” revelaron expertos de Nuevo León.
Cabe mencionar que la base aérea informó que las últimas palabras que Juan José Aguilar Talavera, el piloto del avión que cayó el domingo en Coahuila fueron “Voy a intentar de volar más alto”.
El piloto se comunicó por radio a la base de operaciones aéreas en Ramos Arizpe mencionando que las condiciones para volar no eran favorables y el mensaje fue recibido entre las 05:30 y 06:00 de la tarde.
Los expertos de Nuevo León señalan que al no existir una línea de arrastre, o zurcos, atrás de la nave, esta se proyectó hacia el suelo a unos 400 kilómetros por hora.
Por último informaron que ambas cajas se encuentran en buen estado, lo que permitirá obtener información detallada y muy precisa, para determinar las causas del accidente.