Un grupo de científicos chinos logró, gracias a la utilización de células madre, que el organismo puede volver a producir insulina y así eliminar la diabetes tipo 1.
Por Julio García G. / Periodista de Ciencia
En México la diabetes tipo 1 y 2 está presente en más de 12 millones de personas y es ya la segunda causa de muerte en nuestro país. A nivel mundial, se calcula que existen 422 millones de personas con este padecimiento.
Hasta el momento no existe una cura para dicha enfermedad. Sin embargo, se han desarrollado diversos tratamientos para poder paliar sus efectos que van desde un plan de alimentación específico para diabéticos hasta actividad física y la inyección de insulina.
Pero, ¿existe una cura para erradicar definitivamente los dos tipo de variantes de esta enfermedad?
Eso es lo que está buscando un grupo de científicos chinos quienes, el pasado 25 de septiembre, publicaron un trabajo de investigación en la prestigiada revista Cell en el que reseñan cómo lograron erradicar la diabetes tipo 1 en una mujer de 25 años, quien, a los dos meses y medio de que se le trasplantasen células madre, comenzó a producir nuevamente insulina.
Para lograr tan importante avance médico, los investigadores realizaron un trasplante de células madre en el páncreas de la mujer. Dichas células, y esto es quizá lo más importante de todo, fueron extraídas de su cuerpo y no de un donante.
De acuerdo con periodistas de la revista Nature, quienes se pusieron en contacto con la paciente y le realizaron una entrevista, ésta afirmó que “ahora puedo comer azúcar y cualquier cosa”.
Las células madre, de las que hemos escuchado hablar desde hace décadas, tienen la capacidad de formar y crear cualquier célula del organismo como, por ejemplo, unas células llamadas islotes de Langerhans que se encuentran en el páncreas.
Estos “islotes” fueron descubiertos en 1869 por el patólogo Paul Langerhans, quien se percató que dichas células jugaban un papel decisivo en la producción de una hormona llamada insulina, la cual se encarga de llevar la glucosa (el azúcar) desde el torrente sanguíneo hacia las células del organismo para que así estas últimas obtengan su energía.
Lo novedoso de la investigación china con la paciente de 25 años es que los científicos lograron crear en el laboratorio islotes de Langerhans a partir de células madre (las cuales pueden ser cultivadas de manera indefinida) que previamente, como he dicho ya, le fueron extraídas a la mujer.
Y, con la utilización de células madre para crear islotes, los investigadores esperan evitar la utilización de inmunosupresores para tratar la diabetes tipo 1, una enfermedad que suele surgir durante la adolescencia y en la que el páncreas produce poco o nada de insulina.
Además, en la diabetes tipo 1, al contrario que en la diabetes tipo 2, el sistema inmunitario, por razones que todavía se desconocen del todo, suele atacar a las células islotes del páncreas.
De ahí que, en muchos casos, a los pacientes que padecen diabetes tipo 1, se les recete inmunosupresores con el objetivo de que el sistema inmunitario deje de atacar a las células de dicho órgano.
Ahora bien, en lo que concierne a la utilización de células madre por parte de un donador, para tratar la diabetes tipo 1, éstas pueden funcionar, pero los procedimientos son difíciles de comercializar. De hecho, varios grupos han iniciado ya ensayos con células islote creadas a partir de células madre de donantes.
Por ejemplo, en junio de este año, a través de resultados preliminares de un ensayo dirigido por la farmacéutica Vertex, de Boston, Massachussets (Estados Unidos), un grupo de participantes con diabetes tipo 1 recibieron islotes derivados de células madre embrionarias que fueron donadas. Éstas fueron inyectadas en el hígado de los participantes y todos fueron tratados con inmunosupresores.
Y, tres meses después del trasplante, todos los participantes comenzaron a producir insulina de manera normal.
En otro ensayo, la misma farmacéutica utilizó islotes creados a partir de células madre donadas. En este caso, los islotes fueron colocados exitosamente en un dispositivo diseñado para protegerlos del sistema inmunitario.
Quien se benefició de este tratamiento con islotes en dispositivos fue una persona que padecía diabetes tipo 1, la cual dejó de utilizar inmunosupresores y se curó de la enfermedad.
Con respecto a los tratamientos para la diabetes tipo 2, que también padecen millones de personas en todo el mundo, y que se caracteriza porque el organismo no puede utilizar la insulina adecuadamente, debido a que las personas tienen resistencia a esta hormona -a pesar de producirla- no se ha logrado todavía crear tratamientos que puedan curarla.
Pero, evidentemente, y como hemos podido observar, se están logrando grandes avances en cuestiones tales como la manipulación de las células madre para poder tener una cura definitiva a partir de tratamientos cada vez más personalizados. Ojalá y ocurra lo mismo para quienes padecen diabetes tipo 2.
Espero que esto ocurra pronto.