La Fiscalía General del Estado en la región carbonífera informó que durante los primeros días de enero se han ejecutado ocho órdenes de aprehensión por el delito de violencia familiar, destacando un trabajo prioritario para atender este delito que afecta de manera significativa a mujeres y familias en la región.
Ulises Ramírez Guillén, delegado de la Fiscalía, señaló que los fines de semana son los días en los que más se incrementan los casos de violencia familiar. Entre los principales factores que detonan estas agresiones están el consumo excesivo de alcohol y las tensiones derivadas de conflictos familiares o problemas personales.
«Estas situaciones se agravan especialmente en los fines de semana, cuando el entorno familiar puede convertirse en un escenario de agresiones. Es crucial intervenir con rapidez para proteger a las víctimas y romper este ciclo de violencia», explicó Ramírez Guillén.
Un caso reciente ocurrió en Múzquiz, donde una madre de familia sufrió severas lesiones en el rostro durante una discusión en su hogar. Gracias a la rápida actuación de la Fiscalía y el Ministerio Público, se emitió una orden de aprehensión contra el agresor, quien ya está a disposición de las autoridades judiciales.
Las órdenes cumplidas en estos días obedecen a casos donde los agresores incumplieron medidas cautelares dictadas por los jueces o ignoraron restricciones que buscaban proteger a las víctimas. Estas acciones refuerzan el compromiso de las autoridades para garantizar la seguridad de las personas afectadas y enviar un mensaje claro contra la violencia familiar.
El delegado destacó que el año pasado se creó la Fiscalía Especializada en Delitos contra las Mujeres, Niños y Ancianos, una institución que ha permitido fortalecer la atención a las víctimas y agilizar los procesos judiciales. «Esta nueva Fiscalía ha sido clave para actuar de manera más eficaz y sensible en casos de violencia familiar y otros delitos que afectan a los sectores más vulnerables de la población», señaló.
Asimismo, subrayó la importancia de fomentar la denuncia, ya que la violencia familiar es un delito de «realización oculta» que muchas veces no sale a la luz. También hizo énfasis en la necesidad de coordinarse con las policías municipales y mandos unificados para vigilar el cumplimiento de las medidas de protección.
«Seguiremos trabajando con firmeza para atender estos casos. Queremos que las víctimas sepan que no están solas y que cuentan con un sistema de justicia que actuará con contundencia contra los agresores», concluyó Ramírez Guillén.