Especial / Noticias Digitales Carbonífera
Sabinas Coahuila.- Cuando transitamos por las diferentes carreteras, inclusive en el interior de las ciudades, se puede observar la presencia de cruces o «ermitas», que estan colocadas en cruceros o tramos muy conocidos, por los accidentes automovilistícos , que se han registrado en estos puntos.
Tan solo en la Avenida Cuauhtémoc, un padre de familia, quien falleció asi como sus tres hijos, en febrero del 2002, luego de brutal encontronazo contra otro vehiculo.
Francisco Javier Rodríguez, asi como su pequeño, a quien llamaban con cariño Paquito, fallecieron en el mismo lugar del accidente, días despues les siguieron las niñas Arely y Odalis.
Estas cruz se encuentra contigua a otra persona de apellido Ibarra, se pueden observar a la altura de la pronunciada curva que caracteriza a la Avenida Cuauhtémoc.
Otro suceso, fue a la altura del Panteon de la villa de Agujita, en el barrio Jardínez o Colonia Banorte, del Municipio, se pueden observar tres cruces juntas, con los nombres de quienes en vida , se llamaban Juan Francisco Hernández Lira, Luis Alberto Martínez Méndez y Mario Alfredo Ramírez Hernández, quienes fallecieron en un accidente automovilistíco, el dia 17 de septiembre del 2005.
Nicolás Puente González, Comandante de Cruz Roja delegación Sabinas, comentó que entre los datos que recuerda de éste accidente automovilistíco, es que estas personas presuntamente regresaban de una carrera de caballos, cuando vino la tragedia.
Otra fatídico suceso, que quedo presente en ésta avenida, fue la de de un joven de apellido Esquivel, quien falleció en una volcadura.
Para muchas personas, el colocar las cruces, forma parte del proceso de duelo, es una cicatriz emocional para los dolientes.
La Asociación Mexicana de Tanatología A.C. (AMTAC), la población mexicana, predominantemente católica, tiene una gran estima por la Cruz, además que se utiliza en variadas formas que van desde bendecir la comida o el dinero de la primera venta, hasta hacerse una “limpia” o colocarla en las tumbas y sitios donde hubo un accidente
Considera que además que la cruz señala dónde falleció una persona, también se piensa que es el lugar desde donde las personas tendrán que “trasladarse” al lugar de la otras vida.
Agregó que también colocar una cruz tras un accidente trágico es parte del proceso de duelo que acompaña la “cicatriz emocional” de los dolientes, pues este tipo de situaciones generan una negación de lo sucedido y la cruz es un recordatorio de la ausencia de su ser querido. Especial / Noticias Digitales Carbonífera
“También dentro del proceso de duelo hacer este tipo de registros en los lugares que bien pueden compararse como la cicatriz emocional que queda en los dolientes de un proceso de duelo para recordarlos y de esta manera asumir esta parte del duelo que implica una negación, que quiere decir, que aunque los dolientes saben lo que sucedió, saben que la persona murió en ese lugar por diversas causas es algo que no se acepta del todo fácilmente, es una realidad que muchas veces nos cuesta aceptarla y esto da presencia a esa ausencia que van a tener durante el resto de su vida”. Especial / Noticias Digitales Carbonífera