Mariachi por herencia y asi será por siempre: Eduardo Guerra

Sabinas Coahuila.- Un mariachí tiene una presencia única, el porte de quien lleva un traje finamente diseñado, ya nos permite saber, que se trata de un gran artista, de quien sabe lo que es la música, lo que nos distingue a todos los Mexicanos…sin los Mariachis, resultaria impensable encontrar otro sello que nos caracteriza…otra raíz, que solamente la música vernácula, nos puede brindar….

Eduardo Guerra Soto, con 40 años como Mariachi, platicó con Noticias Digitales Carbonífera.

Detalló que su llegada a la música, a los Mariachis, fue precisamente por su padre, Don Alfonso Guerra Silva, quien era originario de Allende Nuevo León y llegó a esta tierra a la edad 17 años, participando en una gira artística y finalmente en 1954, decidió adoptar a Sabinas, como la tierra que veria crecer a su familia.

Aquí fundó el Mariachi «Trovadores del Norte» de Don Poncho Guerra, desde 1954 y como en ese entonces, los artistas como Antonio Aguilar, Pedro Infante, Lucha Villa entre muchos que realizaban caravanas, acostumbraban viajar solos y buscaban a los músicos, para acompañarlos.

«Ellos tuvieron oportunidad de acompañar a grandes artistas, como José Alfredo Jiménez, Amalia Mendoza, El Charro Avitia, ahorita los artistas traen a sus propios mariachis, es diferente» comentó el entrevistado.

Anteriormente se vivia de ser Mariachi, ahorita en estos tiempos, se debe combinar con otros trabajos, muchos estudian, maestros, otras profesiones y en el caso del señor Eduardo Guerra Soto, él con su familia, montó una cocina, donde se preparan deliciosos platillos.

Volviendo al tema de los Mariachis, entre risas breves, el señor Eduardo Guerra, comenta que resultan costosos los trajes, los sombreros, los instrumentos, entre otros accesorios, por ejemplo, los costos van los menos desde los $5 mil pesos, pero conforme le vas agregando detalles, como la botonadura, hebillas, cintos, botines, moños, etc.

Los sombreros van hasta los $2 mil pesos y en el caso del señor Eduardo Guerra, aprendió por su padre a tocar el violin, que en base a regaños, como dice el entrevistado, fue una lección de amor, que posteriormente se convirtió en una herencia que ahora llegó hasta su nieto, quien tambien lo acompaña en una nueva agrupación que se formó Mariachí «Sangre Nueva» que tiene 2 años.

Muchas anécdotas se van acumulando entre los Mariachis, desde los clientes, lugares de tocada, historias que se convierten en experiencia de vida, para don Eduardo, que sonriendo brevemente, se dice seguro que volveria a ser mariachi sin pensarlo dos veces.

Agregó que anteriormente se tenía la costumbre de tocar solamente los fines, ahora todo es diferente, hay serenatas todos los dias y se cuenta actuamente con diez agrupaciones: «Los Trovadores del Norte», «Los Camperos», «Chapala», «Real Jalisco», «Tapatío», «Sangre Nueva», «Voz México», «Viva México», «Mariachí Sol», «Gala de Oro».

El 21 de enero, Día del Mariachi, fue elegido por la Unesco cuando en 2011 declaró esta música como patrimonio inmaterial de la humanidad.

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