El amparo promovido por la Asociación Nacional de Padres de Familia para que no se distribuyan los libros de texto gratuitos prospero.
Una jueza ordenó que no se entregaran a los niños de educación básica.
Sugirió que se utilicen los libros y materiales del ciclo escolar anterior.
Los polémicos libros ya empezaban a ser quebrados en varios estados del país por los padres de familia.
Por considerar que se adoctrinaba a los niños a favor de un partido político, se abordaba la sexualidad de forma muy explícita y se fomentaba la homosexualidad, el lesbianismo y el libertinaje.