Que Dios le pague inmensamente a México, lo que han hecho por nosotros : Migrantes

Nilda Treviño

Sabinas Coahuila. – Sonriendo, así saluda Salvador Gutiérrez Alvarado, uno de los pocos migrantes de República Dominicana, al poder dormir una hora, luego de que llegó al albergue que se instaló en la Parroquia de San Francisco de Asís, en la colonia Centenario de ésta localidad.

Con el cabello trenzado, de complexión delgado, expresa que durante la noche del 24 de diciembre, llegó a dicho albergue, para poder resguardar a sus cuatro hijos y esposa, luego de viajar kilómetros y venir enfrentando sustos, asaltos, hambre y cansancio.

Pero sus palabras fueron; «Gracias a México, aquí es el único país, donde nos han dejado descansar y comer, además de unas monedas».

Papá Dios y México nos bendice y nunca nos deja abajo- indicó el joven padre de cuatro hijos, cuyas edades, son de 5,3,2 años y un bebe de 6 años.

Sonriendo recuerda su tierra natal, donde el mar es el escenario principal, con temperaturas más agradables, pero la necesidad los obligó a buscar el sueño americano.

Indicó que su meta es llegar a Nueva , donde lo esperan familiares, para salir adelante y apoyar a su familia.

Lamentablemente no ha sido fácil, su andar, indica que lamentablemente algunos elementos policíacos, les han quitado de sus recursos económicos.

En Tierra Blanca, en Monclova, son los lugares, más difíciles del trayecto, pero se debe continuar.

«Vamos a tomar el tren, porque Dios mediante, queremos cruzar la frontera » explicó entusiasmado, agradeciendo la atención brindada.

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