Banco del Bienestar se desentiende de presuntos saqueos a estudiantes

Araceli Gómez, madre de uno de los afectados, aseguró que los jóvenes defraudados no ha tenido respuesta de los funcionarios del banco.

El hijo de Araceli Gómez es egresado de la Escuela Nacional Preparatoria Número 8 de la UNAM. En abril pasado se dio cuenta que su cuenta del Banco del Bienestar estaba en ceros. Araceli y su hijo se comunicaron al teléfono del banco para saber qué había sucedido.

Allí les dieron un número de folio. Y también instrucciones para que acudieran a cualquier sucursal del Banco de Bienestar; orden que acataron. Les dijeron, luego, que tenían que mandar una carta al banco. Lo hicieron. Tenían que pedirle al banco que investigara el caso.

Les respondieron que, por ley, tenían aproximadamente en 90 días para darles una respuesta, pero que en tres semanas seguramente ya tenían algo que decirles, que iban a solicitar al Citibanamex la sábana del cajero en donde se había realizado el eventual retiro. Así lo hicieron.

En cinco semanas volvieron a la sucursal en la que levantaron la queja. Allí les informaron que la queja era improcedente, porque Citibanamex no había proporcionado la información que se requería para que “ellos” (Banco de Bienestar) pudieran darles una solución. Que se dirigieran directamente a la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) para que se requirieran los documentos.

Allí les dijeron que necesitan otro escrito en el que narraran los hechos de conformidad. Les dieron otro número de folio. Y tenían que esperar otras dos semanas para saber la resolución. Entonces, en la Condusef les confirmó que los retiros en el cajero fueron realizados con el plástico y el numero confidencial de la tarjeta del hijo de Araceli.

Conclusión del caso: no procedía la queja. No había manera de que la resolución fuera favorable para Araceli y su hijo.

Luego los invitaron que asistieran a una junta conciliadora con el personal del banco, si no estaban de acuerdo con el fallo.

A la par Araceli se ayudo de las redes sociales y conoció el caso de 70 jóvenes que estaban en la misma situación que su hijo con problemas de retiros no justificados de sus tarjetas. Encontró la liga de un teléfono en la que encontró que había muchos padres que querían organizarse para defenderse. Interactuaron 60; el resto alegó no tener tiempo para continuar con la investigación. Los retiros en las tarjetas de los muchachos iban de los dos mil a los 15 mil pesos.

No han vuelto a tener respuesta del banco

Hasta esta mañana del 11 de julio, Araceli no ha tendido ninguna comunicación con el personal del Banco del Bienestar. Antes, no mucho, el mismo banco le había pedido que organizara una base de datos de los jóvenes con sus números de tarjeta, cuenta y sus sus CURPS. Además de las direcciones en donde se encontraban los cajeros electrónicos sospechosos.

Pero: a una joven que está dentro del grupo de las redes sociales le sucedió algo extraño. Un desconocido le llamó (y pudo grabar la voz) para pedirle sus datos personales. El de la voz tenía su número de cuenta, su número de teléfono y la fecha en la que “metió” la aclaración al banco. Le dijo, además, que su resultado había sido favorable, que le iban a depositar.

Pero le pidió que antes ella le depositara una cantidad en una tienda de conveniencia, OXXO.

Ya estamos hablando de un tema muy grave.

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