Con profunda tristeza, los restos de José Alfredo Ordóñez Martínez, conocido cariñosamente como «El Cuate», finalmente recibieron cristiana sepultura en Nava, Coahuila, tras 18 años del trágico accidente en la mina Pasta de Conchos.
El minero, originario del Tiro 4 en el mineral de Palaú, fue el primero en ser rescatado de entre los 65 mineros que quedaron atrapados tras la explosión del 19 de febrero de 2006.
La tragedia, que cobró la vida de 65 trabajadores y dejó a otros 11 heridos, marcó a la comunidad y a las familias de los afectados.
La familia de José Alfredo ha esperado casi dos décadas para darle una sepultura digna. Sus hijos y sus hermanos, Alicia, Esmeralda y Trinidad Ordóñez Martínez, estuvieron presentes en el emotivo funeral, recordando a «El Cuate» como un hombre trabajador que dio su vida para sustentar a su familia. Sus seres queridos evocaron su memoria con lágrimas y palabras de cariño, destacando su sacrificio y amor incondicional.
En medio de la tristeza, hubo un consuelo: saber que José Alfredo, junto a su señora madre, doña Juana Martínez, ahora descansan juntos en un abrazo eterno. «Descanse en paz, querido hermano y padre. Siempre vivirás en nuestros corazones», expresaron sus familiares. Este acto de sepultura no solo marca el final de una larga espera, sino también un paso hacia la sanación y el recuerdo de aquellos que sacrificaron todo por sus seres queridos.