En la Unidad de Medicina Familiar Nº 89 del IMSS en Saltillo, resonó este jueves un sonido lleno de esperanza: la campana de la victoria. Doña María, una paciente que ha librado una larga y ardua batalla contra el cáncer de mama, la tocó con orgullo, marcando el cierre de un ciclo que comenzó en 2019 con un diagnóstico que cambiaría su vida para siempre.A lo largo de estos años, Doña María enfrentó con valentía una cirugía y un tratamiento oncológico que pusieron a prueba su cuerpo y su espíritu. Sin embargo, lo que nunca faltó fue su actitud positiva. «Tener una actitud positiva ante las circunstancias, así como el apoyo de mi familia, me ayudaron a salir adelante», comentó, con la voz cargada de emoción y gratitud.La campana que hoy repica en la Unidad de Medicina Familiar es más que un objeto; es un símbolo de triunfo, no solo sobre la enfermedad, sino sobre el miedo y la incertidumbre que acompañan a un diagnóstico de cáncer. Para Doña María, tocarla es un acto de cierre, una forma de dejar atrás el dolor y celebrar la vida que ha logrado preservar.En este viaje, no estuvo sola. Agradecida, Doña María destacó la dedicación de los médicos y enfermeras que la acompañaron, y el apoyo del Voluntariado del IMSS, que estuvo a su lado desde el primer día. Este equipo de profesionales y voluntarios no solo se enfocó en su salud física, sino que también brindó el soporte emocional necesario para enfrentar la adversidad con dignidad.El mismo día, en un esfuerzo por extender ese apoyo a más personas, se inauguró una sala de acompañamiento en el área de especialidades de la Unidad de Medicina Familiar Nº 89. Este espacio, destinado a pacientes, familiares y personal, ofrece un lugar de consuelo y guía, con la presencia de tanatólogos dispuestos a brindar apoyo emocional y terapia en momentos difíciles. El servicio estará disponible de lunes a jueves, de 10:00 a 12:00 horas, ofreciendo un refugio para aquellos que necesitan más que un tratamiento médico: necesitan esperanza.La historia de Doña María es un recordatorio poderoso de que, con el apoyo adecuado, es posible vencer los desafíos más grandes. Hoy, su victoria resuena no solo en la campana que ha tocado, sino en los corazones de todos aquellos que siguen luchando.
