En la región carbonífera no hay nada que festejar en el día del minero, parece que las tragedias se acumulan con el paso de los años y las lágrimas siguen en los ojos de las familias, mientras que la justicia viene a paso lento.
El Día Nacional del Minero se celebra cada 11 de julio, esta fecha se eligió porque, precisamente, el 11 de julio de 1934 se constituyó el Sindicato de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana (SITMMSRM), en Pachuca, Hidalgo, ciudad donde quedó integrada la Sección, según la historia.
Pero tan solo contando las últimas tragedias como fue hace 18 años en la mina 8 de pasta de Conchos en San Juan de Sabinas, un 19 de febrero del 2006, cuando 65 mineros perdieron la vida y 63 de ellos siguen atrapados en el interior de este desarrollo minero.
En el pozo de carbón el Pinabete, en agosto del 2022, 10 mineros entraban a su jornada de trabajo, esperaban terminar después de las 2 de la tarde, sin embargo, al toparse con un ojo de agua de una mina antigua, les arrebató la existencia, dejándolos atrapados en las entrañas de la tierra del oro negro y hasta el momento solamente se han logrado rescatar a cuatro de ellos -Seis siguen esperando que se les haga justicia-.
En el pozo de carbón fuga del ejido el mezquite, dos mineros perdieron la vida, su propietario o responsable legal, enfrenta cargos, pero no será encarcelado, así la justicia Federal, para resolver la responsabilidad desde quienes se dedican a esta actividad extractiva.
No hay necesidad de preguntarle a las familias de todos estos mineros que esperan justicia y el rescate de sus seres queridos, basta saber cada una de las acciones y pronunciamientos que dan a diario.
Aunque para muchos, ajenos a estas tragedias, se fastidien de saber de ello en los medios de comunicación.
No hay nada absolutamente nada que festejar en el día del minero, la tragedia se ha convertido en la principal protagonista de esta actividad económica, que fue la fundadora del desarrollo social y económico de la región carbonífera.