En un evento cargado de emoción y reivindicación histórica, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, encabezó un encuentro con familiares de los mineros atrapados en la mina Pasta de Conchos y la mina Pinabete, en el sitio de la lumbrera uno de Pasta de Conchos. La reunión tuvo como objetivo fortalecer el compromiso del gobierno con la recuperación de los cuerpos de los mineros y garantizar justicia a sus familias tras casi dos décadas de espera.
La presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo, también estuvo presente, reafirmando la continuidad de estos esfuerzos durante su mandato. Acompañándolos estuvo la doctora Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del presidente, quien ofreció palabras de consuelo a las familias.
El gobernador de Coahuila, Manolo Jiménez Salinas, también participó en el evento, junto con otros funcionarios federales clave, como Luis María Alcalde Luján, secretaria de Gobernación; Marath Bolaños López, secretario de Trabajo y Previsión Social; Manuel Bartlett Díaz, director general de la Comisión Federal de Electricidad, y Laura Velázquez Alzúa, coordinadora nacional de Protección Civil.
Durante la ceremonia, varios familiares ofrecieron testimonios conmovedores sobre la lucha y el dolor que han vivido desde el accidente en Pasta de Conchos en 2006. Erika Denis Alcocer Mejía, hija del minero Rolando Alcocer, fue la primera en compartir su historia. Yolanda Ramos Espinosa, madre de Mario Alberto Ruiz Ramos, y María Luisa Martínez Sánchez, esposa del minero José Alfredo Ordóñez Martínez, el único trabajador recuperado hasta la fecha, también hablaron ante los presentes. Carolina Álvarez Oviedo, esposa de Jorge Luis Martínez Valadez, cerró la serie de testimonios.
El presidente López Obrador reafirmó su compromiso de continuar con los esfuerzos de rescate, señalando que no habrá descanso hasta que se haga justicia para todas las familias. La presencia de Claudia Sheinbaum subrayó la voluntad de dar seguimiento a las promesas hechas, asegurando que la agenda de justicia laboral y derechos de los trabajadores seguirá siendo una prioridad en el próximo gobierno.
Este evento marca un paso significativo en la lucha de los familiares de los mineros para lograr el cierre de un capítulo doloroso en la historia de Coahuila y de México, mientras las autoridades continúan avanzando en la recuperación de los cuerpos y la dignificación de las víctimas.